El cuello y sus emociones.

20.07.2014 21:25

El dolor cervical puede empezar en cualquiera de las estructuras  del cuello, incluyendo músculos y nervios, al igual que vértebras de la columna y los discos amortiguadores entre ellas. También puede provenir de otras áreas del cuerpo cercanas a la nuca, como son los hombros, la mandíbula, la cabeza y la parte superior de los brazos.

Cuando el cuello presenta dolor, es posible que la  persona tenga dificultad para moverlo, especialmente hacia un lado, lo cual es descrito por muchas personas como cuello rígido y como tortícolis por las  ciencias médicas.

Causas frecuentes   

El dolor cervical común se debe, casi siempre, a tensión o distensión muscular y usualmente las actividades diarias son las responsables. Tales actividades son, entre otras: encorvarse sobre un escritorio por muchas horas, tener una mala postura para ver televisión o leer, colocar el monitor de la computadora  demasiado alto o demasiado bajo, dormir en una posición incómoda  o torcer y girar el cuello con sacudones cuando se hace ejercicio.

Pero su causa mayor es la tensión emocional.

El cuello es una estructura corporal por el que pasan agua, alimentos y aire, de ahí su importancia vital en nuestra estructura, también contiene las cuerdas vocales, relacionado con la comunicación, de la emoción al cerebro y del cerebro al corazón. Separa y une lo intelectual con lo emocional, el cuerpo envía mensajes al cerebro y a su vez el cerebro responde a diversos estímulos a través de los neurotransmisores.

 

Lectura corporal y emoción relacionada con el cuello:

 

Cabizbajo: Inclina su cabeza hacia adelante para recibir los golpes de la vida. Sinónimo de humildad y entrega. Su visión de la realidad es pesimista, observando solo la parcialidad oscura de los acontecimientos. Ensimismado, percibe la vida como un peso, posible extensión dolorosa o tensión hacia los hombros.

 

La cabeza erguida: Sinónimo de orgullo y voluntad, se es dueño del destino y los acontecimientos, la barbilla está relacionada con la voluntad, una barbilla erguida, demuestra seguridad en sí mismo y dominio del entorno. Una barbilla que se inclina hacia su interlocutor demuestra sometimiento.

 

Cabeza inclinada hacia la izquierda: Abre nuestra sensibilidad desde la lateralidad derecha, percibimos el mundo y  estímulos desde nuestro polo masculino, desde la determinación y fuerza. Nuestro lado yang traduce nuestro entorno a través del sonido.

 

Cabeza inclinada hacia la derecha: Abre nuestro campo visual y auditivo desde lo femenino, nuestro lado receptivo, sutil e intuitivo. Se percibe el mundo desde nuestro linaje materno.

cualquier disfunción del cuello, demuestra una restricción es alguno de estos aspectos, una tortícollis por ejemplo, limita nuestra percepción del entorno o bien nos indica que lado de nuestro cuerpo se bloquea a los estímulos externos.